El equipo francés Cofidis vivió un inesperado revés durante el Tour de Francia 2025, cuando en la madrugada previa a la segunda etapa, fueron víctimas de un robo que dejó a sus corredores sin parte de su equipamiento esencial. En total, once bicicletas de alta gama LOOK fueron sustraídas del camión-taller del equipo, estacionado frente al hotel donde se hospedaban en la localidad de Bondues, al norte de Francia, cerca de Lille.
Ion Izagirre y Alex Aranburu, fueron algunos de los principales afectados, porque vieron comprometido su material de competencia apenas horas antes de tomar la salida. El robo fue descubierto a primeras horas del domingo 6 de julio, cuando el personal técnico del equipo detectó que la puerta del vehículo había sido forzada.
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La escuadra gala, que cuenta con varios nombres españoles en su plantilla y en el cuerpo técnico, entre ellos Gorka Gerrikagoitia y Bingen Fernández, denunció el hecho ante la Policía francesa, que inició de inmediato una investigación.
"El sábado por la noche, el equipo de Cofidis fue víctima de un robo. La puerta del camión taller fue forzada y once de nuestras bicicletas LOOK Cycle fueron robadas a pesar de las medidas de seguridad implementadas. Agentes de policía llegaron al hotel por la mañana para observar el crimen e iniciar la investigación. El equipo de Cofidis condena enérgicamente este acto de incivilidad y llama a los responsables a ser cívicos y responsables", señaló el equipo en un comunicado.
Aunque no es la primera vez que sucede algo similar en el Tour, el valor del botín esta vez fue particularmente elevado. Las bicicletas robadas están estimadas en más de 100.000 euros, aunque algunas fuentes cercanas al equipo elevan esa cifra hasta los 140.000 o incluso 150.000 euros, considerando que cada unidad LOOK empleada en carrera está equipada con componentes de primer nivel como Shimano Dura-Ace, ruedas Corima y neumáticos Michelin.
La pérdida no solo es económica, sino también competitiva: los corredores entrenan durante meses con sus máquinas, las ajustan milimétricamente a sus medidas y están completamente familiarizados con su comportamiento.
Durante la edición del año pasado, el conjunto TotalEnergies también fue víctima de un robo de características similares, lo que pone en evidencia la vulnerabilidad logística que existe durante las grandes rondas por etapas, incluso con la presencia policial y la seguridad hotelera. Los aparcamientos donde se alojan los vehículos de los equipos se han convertido en puntos de interés para bandas organizadas, que encuentran en el material ciclista un objetivo de alto valor y fácil salida en el mercado negro.
Pese al golpe, el equipo Cofidis logró salir a la segunda etapa con bicicletas de repuesto. Como es habitual en el ciclismo profesional, las escuadras cuentan con un inventario adicional para atender percances mecánicos o imprevistos logísticos. No obstante, el episodio generó un importante trastorno organizativo, además de un evidente impacto anímico entre los corredores. La falta de seguridad ha generado inquietud tanto en Cofidis como en otras formaciones del pelotón, que ya exigen reforzar los controles en hoteles, parkings y zonas técnicas.
Las repercusiones del robo se extendieron incluso al pelotón. Equipos rivales mostraron solidaridad y, aunque no hubo necesidad de compartir material, no se descarta que haya cooperación logística si vuelve a producirse un hecho similar. Además, la dirección del Tour de Francia ya se encuentra evaluando medidas adicionales para incrementar la protección de los equipos durante sus estancias fuera de los recintos oficiales de carrera.
A futuro, se prevé que Cofidis refuerce sus sistemas de seguridad, tanto en hoteles como en desplazamientos, y que otros equipos tomen nota para evitar incidentes similares. Este episodio, más allá de su impacto inmediato, refleja que en el mundo del ciclismo profesional los desafíos van más allá de las montañas o los sprints finales, y que la protección del material se ha convertido en un aspecto crítico en el éxito de una escuadra.
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El Tour de Francia 2025, que cada año capta la atención mundial por su carácter deportivo, también nos recuerda que detrás del espectáculo hay una compleja maquinaria humana y técnica que debe ser cuidada con la misma rigurosidad con la que se planifica cada etapa. El robo a Cofidis no solo fue un golpe económico, sino un llamado de atención a la organización y al pelotón entero.