El español Marc Soler (Movistar) quiso ser protagonista en la última subida de la tercera etapa y trató de conectar con la escapada definitiva en el grupo de Alaphilippe, pero se encontró con un ritmo muy elevado, tanto en cabeza como en el grupo perseguidor.
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"He intentado salir al final de la subida, pensando que podría estar cerca de Hirschi, Alaphilippe y Yates y luego conectar, pero todo iba muy rápido, tanto delante como en el pelotón, y no he podido conectar. Luego en la bajada me he quedado mal colocado, he perdido algún metro y una vez que hemos llegado a zona de carretera más ancha no he podido reconectar con el grupo de Valverde y Enric Mas", señaló.
A pesar de las molestias por la caída de la víspera, Soler quiso probarse para eliminar dudas.
"Después de un golpe como el de ayer, con esas dos caídas -una en un tramito de bajada y otra, la más dura, a falta de 3 km-, la cabeza sufre y quería quitarme las dudas lo más pronto posible, y qué mejor que probarlo", dijo.
Marc Soler llegó a meta con un minuto de retraso sobre el grupo de favoritos, pero al menos pudo celebrar el hecho de haber terminado en Niza sin molestias.
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"La verdad es que por la mañana me dolía bastante la rodilla, pero con el paso de los kilómetros me ha ido molestando menos y he acabado el día casi sin molestias. Se ha ido rápido todo el día y esas fuerzas que me han restado las caídas de ayer quizás hayan pasado factura, pero aun con ello y pese a haber cedido ese minuto en meta, estoy contento con las sensaciones", afirmó.