El fútbol brasileño vuelve a estar en el ojo del huracán y se expone nuevamente a fuertes sanciones a nivel de selecciones y clubes en el ámbito internacional, después de que una disputada solicitara la destitución de Ednaldo Rodrigues del cargo de presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol.
Rodrigues ya ha sido protagonista de líos judiciales, teniendo en cuenta que el pasado 7 de diciembre de 2024 un tribunal de Río de Janeiro lo cesó de sus funciones por una supuestas normas vulneradas en el reglamento interno de la CBF.
Sin embargo, el magistrado Gilmar Mendes, de la Corte Suprema de Brasil, decidió el jueves 4 de enero de 2025 devolverle la presidencia de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a Ednaldo Rodrigues, quien había sido destituido en diciembre pasado.
Mendes atendió una recomendación de la Procuraduría General de la República y la Abogacía General de Brasil que le sugerían a la alta corte anular la decisión judicial que despojó a Rodrigues de su cargo, designó un interventor y ordenó nuevas elecciones en la CBF.
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Diputada pidió la destitución de Ednaldo Rodrigues
El portal Globo Esporte dio a conocer que la disputada Daniela do Waguinho solicitó la destitución de Ednaldo Rodrigues del cargo de presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol y además revisar el acuerdo aprobado que puso fin a la investigación en contra de Rodrigues.
Do Waguinho respaldó su petición a un informe que asegura que la firma de Antônio Carlos Nunes en el acuerdo, es falsa.
Ante esta situación, el relator del caso, ministro Gilmar Mendes, estudiará la petición y los documentos obrantes en el proceso.
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Brasil se expone a sanción
Esta situación podría generar fuertes sanciones de la FIFA y Conmebol al fútbol brasileño, teniendo en cuenta que la FIFA rechaza cualquier decisión judicial que afecte a la gestión de las federaciones nacionales, por considerar que se trata de intervenciones externas, y castiga a las selecciones afectadas con la prohibición de participar en torneos internacionales.
Con este panorama, Brasil podría ver afectada su participación en las Eliminatorias, en el Mundial 2026 y demás torneos de selecciones. Adicionalmente, los clubes sufrirían castigos en Copa Libertadores y Copa Sudamericana.