Barcelona arde en la interna de su vestuario. No solo por la frustración tras quedar eliminado en semifinales de la UEFA Champions League ante el Inter de Milán, sino por la rabia canalizada en una nueva promesa: que el Real Madrid "pagará las consecuencias" en el Clásico del próximo domingo 11 de mayo, cuando se definirá gran parte del título de La Liga.
El conjunto culé cayó este martes en el Estadio Giuseppe Meazza por 4-3 (global 7-6), en un partido marcado por la falta de contundencia y algunos errores defensivos que le costaron caro. A pesar del esfuerzo de figuras como Pedri y Lamine Tamal, el Inter se impuso con inteligencia táctica y una actuación estelar de Fratessi. Tras el pitazo final, la frustración se apoderó del vestuario blaugrana.
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Según fuentes del propio club, en la intimidad del camerino hubo lágrimas, bronca y, sobre todo, una determinación que rápidamente se transformó en mensaje: “Esto no se termina aquí. El Madrid pagará las consecuencias”. Estas palabras, pronunciadas por un veterano del equipo cuya identidad el club ha preferido mantener en reserva, encendieron la llama en un grupo que aún tiene la Liga al alcance de la mano.
Actualmente, el Real Madrid es segundo del campeonato con 75 puntos, superado de cerca por el Barça con 79. El Clásico del domingo en el Estadio de Montjuic se perfila como una auténtica final anticipada. Una victoria azulgrana empataría la cima de la tabla y les daría ventaja en el enfrentamiento directo, abriendo la puerta a una remontada liguera que suavizaría el golpe europeo.
Hansi Flick, en rueda de prensa posterior al partido, no ocultó su decepción, pero también dejó entrever el cambio de chip inmediato: “Estamos dolidos, sí. Pero esto es el Barça. Vamos a dejarlo todo. Nos jugamos una Liga y tenemos que demostrar que este equipo tiene carácter”.
Desde la directiva, el mensaje ha sido de respaldo total al plantel. Joan Laporta visitó el vestuario en Milán y, según trascendió, arengó a los jugadores con tono firme: “Ahora toca levantarse. El domingo hay que salir a ganar como sea. Que el Clásico sea nuestra respuesta”.
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Con la herida aún abierta por la Champions, el Barça llega al Clásico con sed de redención. Y en la ciudad condal, ya se vive una mezcla de dolor y esperanza. Porque si algo ha quedado claro en las entrañas del vestuario azulgrana es que este equipo está golpeado, pero no vencido, quiere que el próximo gran capítulo se escriba en casa.