Barcelonasigue fijando su atención en Luis Díaz. El extremo colombiano figura del Liverpool y uno de los nombres más codiciados del mercado, se ha convertido en prioridad tras la imposibilidad de fichar a Nico Williams, quien renovó recientemente con el Athletic Club.
Sin embargo, pese al interés mutuo, el traspaso no parece estar cerca de resolverse. Tanto por exigencias económicas como por condiciones contractuales, la operación se presenta como una carrera de obstáculos.
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Uno de los principales puntos de fricción no está en lo deportivo, sino en lo legal. Aunque el entorno de Díaz ha mostrado disposición para dejar atrás ciertas exigencias como la cláusula de liberación inmediata que pedía Nico en caso de que el Barça incumpliera el fair play financiero, sus agentes quieren blindar al futbolista con una compensación económica en caso de que no sea inscrito antes del cierre del mercado, el próximo 31 de agosto.
El temor a quedar inactivo por varios meses en una temporada clave para su carrera ha llevado a los representantes del colombiano a solicitar garantías firmes, lo que complica aún más la negociación.
Desde el club azulgrana, las gestiones han sido lideradas por Deco, quien considera que este obstáculo es superable si el resto de condiciones se cumplen. No obstante, la realidad financiera del Barça impone limitaciones.
La entidad necesita liberar masa salarial y contar con margen en el fair play de LaLiga para poder inscribir al colombiano, lo que deja poco margen de maniobra. La cláusula de indemnización propuesta por el entorno de Díaz representa un riesgo que el club deberá valorar con precisión.
A nivel económico, Liverpool no facilitará su salida. El club inglés valora a Díaz en una cifra cercana a los 80 millones de euros, una cantidad que considera justa teniendo en cuenta su rendimiento, edad y contrato vigente hasta 2027.
El colombiano no está del todo conforme con su salario actual y ha mostrado apertura para cambiar de aires, la postura de los ‘Reds’ es firme: solo se sentarán a negociar si la oferta se aproxima a sus exigencias. Además, desde el entorno de Liverpool ha molestado que su representante esté negociando con Barcelona y Bayern, cuando el cafetero tiene contrato.
Bayern Múnich han entrado en la puja tras la lesión de Jamal Musiala, y desde Arabia Saudí han surgido propuestas con cifras salariales inalcanzables para los culés. El colombiano apunta a dejar Inglaterra tras los desacuerdos económicos y las situaciones relacionadas con las críticas por no asistir al funeral de Diogo Jota.
Por otro lado, la posible llegada de Luis Díaz al Camp Nou también requiere planificación interna por parte del Barcelona. El cuerpo técnico tendría que adaptar su esquema táctico para integrar al colombiano sin desestabilizar a figuras como Lamine Yamal, Raphinha o Ferran Torres. No es solo una cuestión de dinero, sino de encaje deportivo en un proyecto que busca recuperar protagonismo europeo tras años de transición.
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Así las cosas, el fichaje de Luis Díaz se ha transformado en un rompecabezas con múltiples piezas: cláusulas legales, limitaciones financieras, intereses cruzados de clubes, y un reloj que avanza sin pausa hacia el final del mercado. El colombiano sigue siendo prioridad en la agenda del Barça, pero la resolución de su futuro depende de decisiones que trascienden lo estrictamente deportivo.