Paris Saint-Germain enfrenta un inesperado foco de preocupación de cara a la temporada 2025-2026: la situación contractual de Gianluigi Donnarumma. Pese a su destacado papel en la reciente consagración del club en la Liga de Campeones, el guardameta italiano aún no define su futuro. Aunque su vínculo con el club se extiende hasta junio de 2026, las negociaciones para una renovación no han progresado, generando incertidumbre en la directiva parisina.
Durante gran parte del curso, el diálogo entre ambas partes estuvo congelado. Sin embargo, las brillantes actuaciones del portero, especialmente en las instancias decisivas de la Champions, reactivaron el interés del PSG en asegurar su continuidad.
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A pesar de este nuevo impulso, el propio Donnarumma ha optado por aplazar cualquier decisión hasta después de cumplir con sus compromisos con la selección italiana. Así lo expresó al ser consultado por los medios tras conquistar el título europeo: “No lo sé, lo veremos en los próximos días. Ahora debo concentrarme en los partidos de Italia”.
Este aplazamiento ha generado inquietud en el entorno del club. Con la Supercopa de Europa ante el Tottenham programada para el próximo 13 de agosto, Luis Enrique y el director deportivo Luis Campos buscan cerrar pronto un acuerdo o, en su defecto, activar el plan alternativo. La prioridad sigue siendo asegurar la permanencia del arquero campeón de Europa, pero el tiempo juega en contra.
Ante la incertidumbre, el PSG ya evalúa opciones para reforzar su arco si finalmente Donnarumma no renueva. Uno de los nombres que ha ganado fuerza es el de Lucas Chevalier, actual portero del Lille, quien tuvo una temporada destacada tanto en la Ligue 1 como en competiciones europeas. Su juventud y proyección lo convierten en una apuesta interesante para el futuro del club.
Mientras tanto, varios gigantes europeos han comenzado a seguir de cerca el caso. Manchester United y Manchester City han manifestado interés, sabiendo que el portero podría estar disponible por una cifra cercana a los 40 millones de euros. Esta cantidad corresponde al valor que el PSG estaría dispuesto a aceptar si no logra renovar el contrato del italiano antes del inicio de la nueva campaña.
Desde la directiva del club parisino no descartan la posibilidad de transferir al portero si no se llega a un acuerdo pronto. Según fuentes cercanas, incluso se habría planteado un ultimátum: renovar con las condiciones actuales o buscar una salida negociada en este mismo mercado de verano.
Por otro lado, el entorno del arquero ha intentado transmitir calma. Su representante, Enzo Raiola, aseguró recientemente que la intención del guardameta es seguir en París, aunque evitó dar mayores detalles sobre el estado de las negociaciones. A pesar de estas declaraciones, el hermetismo del jugador y la falta de avances concretos mantienen en vilo al club y a su afición.
El PSG es consciente de que mantener al italiano sería una garantía de estabilidad en una posición clave. Su rendimiento en la pasada Champions fue fundamental para alcanzar la gloria continental. Sin embargo, el escenario actual exige una pronta resolución. Si el guardameta decide postergar su decisión hasta después del Mundial de Clubes, el club deberá actuar con rapidez para no verse debilitado en una zona crucial del campo.
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La situación del portero se ha convertido en una prueba para la planificación deportiva del PSG. Con la temporada a punto de comenzar, la incertidumbre sobre su portero estrella podría alterar los planes de un club que aspira a mantenerse entre los grandes de Europa.