A sus 40 años, Cristiano Ronaldo volvió a demostrar que la edad es apenas un número cuando se trata de talento, ambición y determinación. El portugués marcó un golazo de chilena que ya le da la vuelta al mundo y que se suma a su interminable colección de obras de arte dentro del campo.
El estadio se enmudeció por una fracción de segundo antes de estallar en una ovación monumental. Fue la mezcla perfecta de potencia, técnica y lectura del juego, un centro elevado desde la derecha, un movimiento de retroceso para ubicarse en el punto exacto y un salto impecable que terminó en una chilena tan limpia como espectacular. El balón se clavó en el ángulo, imposible para el arquero.
Un gol que revive recuerdos inolvidables
El gesto técnico recordó de inmediato aquel legendario gol que le marcó a la Juventus en 2018 por Champions League, considerado por muchos como uno de los mejores de su carrera. Pero esta vez, la chilena llegó en un momento diferente, ya consolidado como leyenda absoluta, compitiendo a un nivel que desafía cualquier lógica física o futbolística.
Cristiano, que juega cada partido como si fuera una final, corrió hacia la esquina del campo con su clásico grito de celebración, rodeado por sus compañeros que no podían creer lo que acababan de ver.
Un competidor eterno
El impacto emocional del gol también se sintió dentro y fuera del estadio. Para su equipo significó un impulso anímico enorme, cerrando un partido que terminó en goleada. Para los aficionados, fue una nueva prueba de que la vigencia de CR7 no es una casualidad, sino el resultado de una disciplina inquebrantable.
El portugués no solo lidera con goles, sino también con actitud, sigue siendo el primero en entrenar, el último en irse y el que exige constantemente un nivel superior.
Cristiano Ronaldo sumó otro capítulo a una carrera irrepetible. Un gol de chilena, a su edad, en el nivel en el que compite y con la potencia con la que lo ejecutó, confirma lo que el fútbol conoce hace dos décadas, cuando Cristiano está en la cancha, siempre existe la posibilidad de ver algo extraordinario.