El Bravida Arena fue testigo de un emocionante encuentro correspondiente a la primera ronda clasificatoria de la UEFA Europa League entre el BK Häcken sueco y el Spartak Trnava eslovaco, que finalizó con un dramático empate 2-2 ante 3,200 espectadores.
El conjunto local, dirigido por Jens Gustafsson, planteó un esquema 4-2-3-1 que buscaba aprovechar la velocidad de sus atacantes, con Amor Layouni y Sanders Ngabo como principales amenazas ofensivas, respaldados por la experiencia de Simon Gustafson en el mediocampo.
Por su parte, el Spartak Trnava, bajo el mando de Michal Scasny, apostó por un sistema 3-4-3 que le permitió mantener un equilibrio entre defensa y ataque, destacando la presencia de Roman Procházka en el centro del campo y la dupla ofensiva formada por Cédric Badolo y Philip Azango.
El partido se desarrolló en un escenario neutral, lo que añadió un elemento adicional de incertidumbre a un encuentro que mantuvo la tensión hasta el último minuto, con ambos equipos mostrando un juego intenso y competitivo digno de una eliminatoria europea.
La igualdad en el marcador refleja fielmente lo acontecido sobre el terreno de juego, donde ninguno de los dos equipos logró imponer su dominio de manera clara, alternándose en el control del juego y las ocasiones de gol a lo largo de los 90 minutos.
Ventaja inicial y control sueco
El partido comenzó con intensidad y ya en el minuto 10 se vio la primera tarjeta amarilla para Patrick Nwadike del Spartak Trnava por una falta. Apenas dos minutos después, Simon Gustafson adelantó al Häcken desde el punto de penalti, ejecutando con precisión el lanzamiento con su pierna izquierda. La primera mitad continuó con el dominio del equipo sueco, aunque Sanders Ngabo vio una tarjeta amarilla en el minuto 30 por reiteradas faltas.
El primer tiempo concluyó con la ventaja mínima para el Häcken, que supo mantener su ventaja pese a los intentos del equipo eslovaco por igualar el marcador durante los tres minutos de tiempo añadido.
Remontada y drama final
La segunda mitad comenzó con cambios en el Spartak Trnava, ingresando Marek Ujlaky por Michal Tomic. El periodo se calentó con tarjetas amarillas para Amor Layouni y Michal Duris en el minuto 57, seguidas por otra para Silas Andersen. El empate llegó en el minuto 63 por medio de Roman Procházka, lo que desencadenó una serie de cambios en ambos equipos. El Spartak Trnava dio un golpe que parecía definitivo en el minuto 81 cuando Giorgi Moistsrapishvili, quien había ingresado como suplente, anotó el 2-1 con asistencia de Michal Duris.
Sin embargo, el drama estaba reservado para el final. Con seis minutos de tiempo adicional, John Paul Dembe, quien había entrado como sustituto en el minuto 63, logró el empate definitivo en el minuto 95, desatando la alegría en el banco del Häcken y sellando un empate que mantiene viva la eliminatoria para ambos equipos.