El Barcelona necesitaba una noche como esta. Después de un año de retrasos, obras interminables, decisiones controvertidas y más de un dolor de cabeza, el regreso al nuevo Camp Nou, aunque parcial, se convirtió en una fiesta total, 4-0 al Athletic, victoria contundente a pesar de las bajas y liderato provisional. Nada como un triunfo redondo para que los problemas se olviden por un rato.
Un comienzo de película
Con un centro del campo diezmado por las ausencias de Pedri, Gavi y De Jong, Hansi Flick improvisó. Eric García, el jugador que siempre sirve para lo que toque, actuó de mediocentro, acompañado por Fermín López y Dani Olmo. En defensa, Gerard Martín acompañó a Cubarsí, los zurdos en defensa, como siempre, escasean.
Pero el foco estaba en otros dos regresos:
- Lamine Yamal, de vuelta a la titularidad
- Joan García, que debutó bajo los palos del Camp Nou.
El Barça suele arrancar los partidos con dudas, pero esta vez la vuelta a casa encendió los cables del equipo. A los cinco minutos, Robert Lewandowski inauguró la portería del nuevo estadio con el primer gol oficial en el Arco Sur. Ya había fallado una antes, pero no perdonó tras una recuperación excelente de Eric García en campo rival. Unai Simón tocó el balón, pero no fue suficiente.
El Athletic manda, pero no muerde
Tras el gol, llegó la parte más conocida del Barça de los últimos tiempos, bajar revoluciones. El Athletic lo aprovechó y el equipo de Valverde se adueñó del balón y comenzó a mover al Barça hacia atrás, echando en falta la pausa que aportan Pedri y De Jong.
Los vascos tuvieron tres oportunidades claras:
- Unai Gómez falló dos,
- Nico Williams erró otra en el tramo final de la primera mitad.
El Athletic jugaba mejor, pero carecía de filo arriba. Y como suele ocurrir cuando perdonas, el rival te castiga.
En la última jugada antes del descanso, Lamine Yamal lanzó una contra perfecta y habilitó a Ferran Torres, que definió con un remate que volvió a hacer quedar liviana la mano de Unai Simón. Era el 2-0. Un golpe tremendo para el Athletic, demasiado castigo para sus méritos, pero el fútbol no siempre es justo.
La sentencia tras el descanso
Flick movió el banquillo en el entretiempo, Araújo por Balde. Parecía un ajuste defensivo, pero resultó la antesala del golpe final. Otro robo de Eric García, partidazo del catalán, terminó en una jugada combinada entre Ferran y Fermín que acabó con el canterano marcando su primer gol oficial en casa. 3-0 y partido liquidado.
El Athletic quedó en shock. Tanto que, cinco minutos después, Oihan Sancet vio la roja directa por una dura entrada sobre Fermín sin balón. Los leones, heridos, sacaron su garra, pero tarde y mal.
Con uno más, el Barça manejó el ritmo, amplió la ventaja y dejó que el nuevo estadio celebrara un regreso perfecto.
El Barça duerme líder
La noche terminó con una ovación, cuatro goles, Lewandowski, Fermín y doblete de Ferran y la sensación de que, al menos por un momento, los líos quedaron fuera del estadio.
El Barça vuelve a casa y vuelve líder. Y aunque haya grietas que reparar y mucho trabajo por delante, nada como una victoria así para recordarle al club que, incluso en sus horas más enredadas, siempre encuentra la manera de firmar una noche épica.