Falcao García tendría que irse por la puerta principal, no por una puerta lateral ni mucho menos por la puerta de atrás.
Se merece, el internacional colombiano, una despedida a todo taco.
Es el máximo goleador de la selección nacional como para citar uno de los principales logros de una trayectoria profesional de 25 años.
Falcao no aguantó más y se va de Millos que también puso punto final con un comunicado en el que se le agradecen sus servicios prestados.
La pregunta es:
¿No habrá manera de despedir a un grande de la mejor manera posible?
Estrecharle la mano y decirle te vi es el adiós que no corresponde a un deportista de élite.
Lo contrataron con bombos y platillos, explotaron su intachable imagen y, ahora si, gracias por los favores recibidos.
No se compadece la parafernalia que se armó en junio de 2024, cuando aceptó ponerse la camiseta azul, con la actual lánguida despedida de julio de 2025 por la puerta trasera.