El fichaje de Santiago Moreno por el Fluminense ha despertado una gran expectativa en Brasil y Colombia. El jugador caleño, de 24 años, está listo para dar el salto a una liga más competitiva tras consolidarse en la MLS con el Portland Timbers. Todo indica que el volante ofensivo podría debutar este fin de semana en el mítico Maracaná, un escenario que representa un sueño para cualquier futbolista sudamericano.
El proceso de inscripción del colombiano ya está completado, lo que lo habilita para ser tenido en cuenta en el Brasileirão. Moreno llega con ritmo de competencia, pues su último partido con el Portland fue a finales de julio, donde tuvo una destacada participación. Esa continuidad lo convierte en una alternativa inmediata para el cuerpo técnico encabezado por Renato Gaúcho, quien decidirá si lo lanza de una vez a la cancha o si le otorga unos días más de adaptación al plantel carioca.
En términos económicos, el traspaso de Moreno ha sido una de las operaciones más importantes para el club estadounidense. La transferencia se cerró por cerca de 5,2 millones de euros, lo que equivale a unos 6 millones de dólares, y lo vincula a Fluminense hasta diciembre de 2029. Este movimiento representa la segunda venta más costosa en la historia del Portland Timbers, un hecho que refleja el peso que tuvo el colombiano en la MLS.
Durante sus cuatro temporadas en Estados Unidos, el atacante dejó cifras que respaldan su calidad: 22 goles y 31 asistencias en 146 partidos oficiales. Más allá de los números, su capacidad de desborde, rapidez en espacios reducidos y visión para asociarse lo convirtieron en una pieza indispensable en el esquema del Portland. Ahora, ese mismo estilo ofensivo se pondrá a prueba en un campeonato que exige un mayor nivel de intensidad y competitividad.
El paso al fútbol brasileño también significa un nuevo reto en su proyección internacional. Moreno ya debutó con la Selección Colombia en noviembre de 2022 frente a Paraguay y posteriormente sumó minutos en un amistoso contra Estados Unidos en 2023. Su llegada a un club con vitrina continental como Fluminense podría darle más oportunidades para consolidarse en las convocatorias del combinado nacional, sobre todo pensando en el proceso hacia la próxima Copa América y las eliminatorias mundialistas.
Otro aspecto llamativo de su incorporación es la continuidad de la huella colombiana en el club carioca. Moreno será el encargado de cubrir el vacío dejado por Jhon Arias, quien se marchó recientemente al fútbol inglés tras convertirse en ídolo del Fluminense. El reto para el exjugador del América de Cali será mantener esa conexión especial que los hinchas del “Tricolor” han tenido con los futbolistas colombianos, aportando desequilibrio y liderazgo en la zona ofensiva.
No obstante, Moreno no podrá participar todavía en la Copa Sudamericana. El reglamento le impide hacerlo en los octavos de final porque no fue inscrito a tiempo, aunque si el Fluminense avanza a la siguiente ronda frente al América de Cali, tendrá la posibilidad de ser registrado en los cuartos de final. Este detalle agrega un matiz particular a su historia, pues podría enfrentarse precisamente al club donde dio sus primeros pasos como profesional.
En lo deportivo, Fluminense confía en que la incorporación de Moreno le otorgue frescura a un ataque que ha mostrado irregularidad en los últimos meses. Su versatilidad para jugar como extremo, mediapunta o incluso segundo delantero lo convierte en un refuerzo estratégico, capaz de adaptarse a diferentes esquemas de juego. Además, su juventud le brinda un margen de crecimiento importante, lo que lo proyecta como una inversión de largo plazo para el club brasileño.
El debut en el Maracaná es, sin duda, el escenario ideal para iniciar su nueva etapa. Vestir la camiseta del “Flu” en uno de los templos del fútbol mundial representa una oportunidad dorada para un jugador que ha trabajado con disciplina desde sus inicios en el América de Cali, pasando por su consagración en la MLS y ahora con la ambición de brillar en Brasil.
En conclusión, Santiago Moreno llega a Fluminense con el respaldo de su trayectoria en Estados Unidos, el aval de una transferencia significativa y la ilusión de seguir consolidándose como uno de los talentos colombianos con mayor proyección. Su estreno en el campeonato brasileño marcará el inicio de un nuevo capítulo en su carrera, uno que lo desafía a mantener la confianza de la afición carioca y a demostrar que tiene las condiciones necesarias para ser protagonista en el exigente fútbol sudamericano.