La Conmebol evalúa un drástico giro en el sistema de clasificación sudamericano hacia el Mundial, en un momento clave tras la confirmación de Argentina, Paraguay y Uruguay como anfitriones del 2030. Con tres cupos ya asegurados por organización, el organismo se plantea si las actuales Eliminatorias, consideradas las más exigentes del mundo, siguen siendo el modelo ideal o si es hora de innovar con un formato que responda a las nuevas dinámicas del fútbol.
Un nuevo torneo con trofeo y premios: la propuesta que estudia Conmebol
Según reveló globo esporte, la Confederación analiza la creación de un torneo propio que no solo otorgue clasificación al Mundial, sino que también entregue un trofeo oficial y premios económicos. La idea, inspirada parcialmente en el modelo que se aplicará hacia el Mundial Femenino 2027, implicaría un calendario distinto al habitual y una estructura competitiva más similar a una Liga de Naciones.
En este nuevo formato habría una fase de liguilla con enfrentamientos de todos contra todos, manteniendo así el espíritu tradicional de las Eliminatorias sudamericanas. Sin embargo, la gran novedad estaría en los incentivos económicos y en una posible redistribución del calendario, algo que preocupa a algunas federaciones por el desgaste y la disponibilidad de fechas FIFA.
A pesar de los cambios en discusión, el número de clasificados para 2030 sería prácticamente el mismo que en 2026, seis cupos directos y uno a la repesca, además de las tres plazas aseguradas para los anfitriones. Se trataría de un cambio estructural más que numérico.
Calendario, viajes y partidos en casa: el otro gran debate
Más allá del formato en sí, existe un punto sensible para todas las selecciones, mantener los partidos de local, un elemento vital por razones deportivas, económicas y logísticas. Los nueve encuentros en casa, uno contra cada rival, son vistos como un mínimo indispensable, por lo que cualquier modificación deberá respetar ese principio o compensarlo adecuadamente.
Las selecciones también temen un aumento excesivo de partidos o la reducción de las fechas disponibles para amistosos, que hoy son una herramienta clave para probar jugadores y generar ingresos. En ese sentido, cualquier Liga de Naciones o torneo diferente debería encontrar un equilibrio entre competitividad, calendario y necesidades particulares de cada país sudamericano.
Por ahora, todo está en discusión, y aunque la idea inicial genera interés, también deja varias inquietudes que Conmebol tendrá que resolver si quiere avanzar hacia un nuevo sistema.
La Conmebol analiza un cambio profundo en las Eliminatorias, impulsada por la organización compartida del Mundial 2030 y por la necesidad de modernizar formatos y calendarios. Un torneo con trofeo, premios y estructura tipo Liga de Naciones podría marcar una nueva era en Sudamérica, aunque todavía existen dudas sobre viajes, número de partidos y el valor irrenunciable de jugar como local. Con todo en el aire, el futuro de la clasificación sudamericana está en plena discusión y promete transformaciones significativas.