El Stadion Miejski Legii Warszawa im. Marszałka Józefa Piłsudskiego fue el escenario de un emocionante encuentro de la tercera ronda clasificatoria de la UEFA Europa League entre el Legia Warszawa y el AEK Larnaca, donde el equipo local logró imponerse por 2-1.
El Legia Warszawa, dirigido por Edward Iordanescu, planteó un sistema 3-5-2 que le permitió dominar las acciones desde el inicio, con Jean-Pierre Nsame y Mileta Rajović como puntas de ataque, quienes se convertirían en protagonistas del encuentro.
Por su parte, el AEK Larnaca, bajo el mando de Joseba Imanol Idiakez Barkaiztegi, dispuso un 4-2-3-1 con Karol Jerzy Angielski como único delantero, buscando aprovechar los espacios y las transiciones rápidas.
El conjunto polaco mostró su superioridad en el primer tiempo con dos goles tempraneros que marcaron el rumbo del partido. La defensa del Legia, liderada por Jan Ziółkowski, mantuvo a raya los intentos ofensivos del equipo chipriota durante gran parte del encuentro.
El partido estuvo marcado por la intensidad y las numerosas tarjetas amarillas, incluyendo una expulsión en el equipo visitante, lo que condicionó el desarrollo del juego en la segunda mitad y las estrategias de ambos equipos.
Dominio local y ventaja temprana
El Legia Warszawa tomó el control desde el inicio, abriendo el marcador a los 11 minutos con un preciso remate de Jean-Pierre Nsame, quien aprovechó una asistencia de Pawel Wszolek. La ventaja se amplió apenas cinco minutos después cuando Mileta Rajovic conectó un centro de Vahan Bichakhchyan tras un córner para hacer el 2-0. El primer tiempo también vio tarjetas amarillas para Artur Jedrzejczyk y Rúben Vinagre del equipo local.
El VAR tuvo protagonismo al final del primer tiempo al anular un gol de Karol Angielski del AEK Larnaca por una mano previa. Valentin Roberge del equipo visitante también vio la tarjeta amarilla antes del descanso.
Reacción visitante y tensión final
El segundo tiempo comenzó con el AEK Larnaca mostrando más ambición, logrando reducir distancias a los 52 minutos por medio de Djordje Ivanovic, quien aprovechó una asistencia de Gus Ledes. El partido se volvió más tenso con la expulsión de Jérémie Gnali al 72' por doble amarilla, lo que complicó las aspiraciones del equipo chipriota.
Los últimos minutos fueron intensos con múltiples cambios en ambos equipos. El Legia realizó cinco sustituciones buscando mantener el resultado, mientras que el AEK hizo tres cambios intentando el empate. Las tarjetas amarillas siguieron apareciendo, incluyendo una para el portero Kacper Tobiasz y otra para Rafal Augustyniak en una misma acción al minuto 78. El equipo local logró mantener la ventaja hasta el final, asegurando una importante victoria en la eliminatoria.