América de Cali vive un momento determinante en lo financiero y lo deportivo luego de cerrar dos de las operaciones más importantes del mercado de transferencias en el fútbol colombiano.
En menos de un mes, el cuadro escarlata vendió a dos de sus grandes figuras: Juan Fernando Quintero y Duván Vergara. Ambos jugadores, fundamentales en la primera parte del año, dejaron el club rumbo a destinos que representan tanto un salto competitivo como una significativa entrada de dinero para las arcas del conjunto vallecaucano.
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La salida más mediática fue la de Quintero, quien tras su polémico paso por América y su inesperada salida por desacuerdos económicos, fue oficializado como nuevo jugador deRiver Plate. El mediocampista regresó a Buenos Aires para tener un tercer ciclo con el cuadro argentino, mientras que América de Cali aprovechó el cierre de la negociación para resolver varios puntos contractuales pendientes con el futbolista.
En paralelo, también se concretó la transferencia deDuván Vergara a Racing de Avellaneda, una operación que se venía manejando desde semanas atrás y que finalmente se selló con el aval del jugador.
Según información cercana a la dirigencia escarlata, América de Cali obtendrá un total cercano a los 10.000 millones de pesos colombianos tras liquidar obligaciones contractuales con Quintero y recibir uno de los primeros pagos acordados con Racingpor el traspaso de Vergara.
La suma representa un alivio financiero para el club, que había hecho una inversión considerable en el fichaje de Quintero a mediados de 2024 y necesitaba equilibrar su contabilidad tras no lograr los objetivos deportivos en el primer semestre.
A pesar del importante ingreso, en América aún no se ha definido públicamente el destino del dinero. El entrenador Gabriel Raimondi, quien asumió recientemente la dirección técnica, ha pedido refuerzos de jerarquía para encarar el segundo semestre, donde el club buscará el título en la Liga Betplay y protagonizar la Copa Betpay.
Fuentes cercanas al cuerpo técnico indican que la prioridad sería fichar un centrodelantero extranjero de peso, un jugador que le dé al equipo la cuota goleadora que faltó durante los últimos meses.
La posible llegada de un goleador internacional abriría un nuevo capítulo en la reconstrucción del equipo escarlata. Tras la partida de dos de sus referentes ofensivos, el América necesita urgentemente reforzar su frente de ataque si quiere aspirar a pelear seriamente por los títulos locales.
En este contexto, los directivos estarían analizando opciones en el mercado argentino, mexicano y brasileño, sin descartar nombres de peso que actualmente militan en ligas europeas con contratos por vencer.
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Por ahora, la afición escarlata celebra el ingreso económico, pero exige que ese dinero se invierta con inteligencia y visión deportiva. El segundo semestre de 2025 será clave no solo en lo competitivo, sino también para evaluar la capacidad del América de Cali e reinventarse y volver a ser protagonista en el fútbol colombiano.