Deportivo Pasto buscó la remontada en el partido de vuelta de la final de la Liga Águila ante el Junior de Barranquilla, que se impuso 1-0 en el duelo de ida y que ganó por penales tras la conclusión del compromiso de vuelta.
El partido se disputó en el estadio El Campín, de Bogotá, luego de que la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) no permitiera al Pasto ser local en el estadio municipal de Ipiales porque ese recinto, donde jugó todos sus partidos en casa durante semestre, no cumplió con el aforo y otros requisitos para acoger el encuentro.
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El partido se disputó a más de 900 kilómetros de distancia de su casa y el técnico del Pasto, Alexis García, contó con todas sus fichas clave, como el argentino Mariano Vásquez, de gran rendimiento en las últimas jornadas, y el centrocampista Jown Cardona.
Para el partido definitivo, por cuestiones logísticas y de infraestructura del estadio de Ipiales, los aficionados de Junior de Barranquilla y Deportivo Pasto se vieron obligados a viajar por más de 18 horas desde sus respectivas ciudades hacia Bogotá para acudir a la final.
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A tres horas del encuentro, los hinchas de ambos equipos se hicieron presentes a las afueras del estadio bogotano con el particular colorido de ambas culturas que se renieron en la capital colombiana para disputar una inédita final.