César Torres dejó claro que la Selección Colombia Sub-20 no viajará al Mundial solo para participar. “Queremos competir para ganar”, afirmó el entrenador, convencido de que su grupo tiene las condiciones para llegar lejos en el torneo juvenil más importante del planeta.
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De cara al debut, el estratega caleño explicó que el primer examen será crucial. La tricolor juvenil enfrentará a Arabia Saudita el 29 de septiembre, en un choque que puede marcar el tono de la campaña. Después se medirá con Noruega y Nigeria, rivales exigentes que obligan a la máxima concentración. Para Torres, cada partido debe vivirse como si fuera una final.
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El entrenador cafetero sabe que para alcanzar objetivos mayores se necesita avanzar paso a paso. “Queremos llegar a la final. Pero antes de llegar a ese partido siete, está el partido uno, y ese es el que nos interesa: competirlo, jugarlo bien y ganarlo”, subrayó. La regularidad y el trabajo diario son, en su visión, la base para soñar en grande con la camiseta amarilla.
Otro de los focos de atención es la condición física de algunos futbolistas. Torres resaltó que Neiser Villarreal evoluciona de manera favorable, incluso más rápido de lo previsto, y confía en poder contar con él para el debut. Esta noticia genera optimismo en el entorno del equipo, que aspira a llegar con su plantilla completa al arranque de la competición.
En cuanto al manejo del grupo, el seleccionador no dudó en referirse a los valores de disciplina y convivencia. Tras varios intentos de reincorporación, Keimer Sandoval y Jhon Montaño quedaron al margen por no adaptarse a las normas internas. Para Torres, estos ajustes son indispensables para mantener la armonía y el enfoque colectivo.
Sobre el estilo de juego, el entrenador fue enfático en su propuesta. Quiere un conjunto “Con alta competitividad, mucha dinámica de juego, muy presionante, que intenta controlar el juego, muy fuerte en los duelos” y que “busca atacar al acto contrario”. Esta idea refleja un fútbol intenso, ofensivo y con gran protagonismo.
Analizando a los rivales, el timonel reconoció las fortalezas de cada uno. Arabia Saudita aporta orden táctico y experiencia en categorías Sub-23; Noruega muestra un perfil diferente, más físico y vertical; y Nigeria combina potencia y velocidad. Ante este panorama, Colombia debe asumir el rol de protagonista, liderar el grupo y marcar el ritmo de los encuentros.
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Colombia llega al Mundial con ilusión y exigencia. Con Torres al frente, el plan es competir cada duelo con la mentalidad de campeón, superar adversidades físicas o disciplinarias y sostener un estilo que combine rigor defensivo con sorpresa ofensiva. Solo así podrá aspirar a algo grande: llegar a la final y poner el nombre del país en lo más alto