Jhon Jáder Durán, atacante colombiano de 21 años, arrastra un presente complicado en Arabia Saudita, tanto como por las dificultades para adaptarse al entorno exigente del fútbol internacional. Su llegada al Al Nassr en enero de 2025, donde comparte camerino con figuras como Cristiano Ronaldo, generó gran expectativa. Sin embargo, su desempeño no ha estado a la altura de las expectativas, y su comportamiento dentro del campo ha sido objeto de críticas que han encendido las alarmas sobre su estabilidad emocional.
Desde Colombia, varias voces cercanas a su formación han pedido mayor acompañamiento para el jugador. Uno de los llamados más contundentes provino de Wilberth Perea, entrenador que tuvo a Durán en las divisiones menores de Envigado.
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En entrevista con el medio árabe Arabiya.net, Perea destacó que el delantero necesita contención emocional. “Durán requiere una buena gestión. Alguien que lo abrace y lo oriente psicológicamente”, señaló. Además, subrayó que el joven está enfrentando presiones que, sin el apoyo adecuado, podrían frenar su desarrollo.
La falta de goles en sus últimas presentaciones también ha llevado al técnico del Al Nassr, Stefano Pioli, a reconocer la necesidad de trabajar tanto el aspecto físico como mental del jugador. “Para marcar goles, Jhon necesita estar bien físicamente y también mentalmente. Estamos trabajando en ello”, declaró el entrenador italiano, dejando entrever que el club entiende la complejidad del momento que atraviesa el colombiano.
No solo desde lo técnico se han alzado voces. Desde la experiencia de haber sido una figura destacada del fútbol colombiano, Faustino Asprilla también se pronunció. Ell “Tino” cuestionó una reciente reacción de Durán al ser sustituido en un partido. Aunque reconoció que es normal sentir molestia, recalcó que “la pataleta que hizo no es aceptable” y que ese tipo de actitudes podrían tener consecuencias disciplinarias, además de afectar su imagen profesional.
Durante su paso por el Aston Villa de la Premier League, su entonces entrenador Unai Emery ya había advertido que Durán necesitaba respaldo constante. Emery confiaba en el potencial del delantero, pero era claro en que el apoyo tanto en los entrenamientos como en los partidos era crucial para su madurez.
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En suma, el caso de Jhon Jáder Durán refleja una realidad común entre los jóvenes talentos del fútbol moderno: el éxito no depende solo de las condiciones técnicas, sino también del manejo emocional. En ligas donde las exigencias mediáticas y deportivas son intensas, contar con una estructura de apoyo psicológico puede marcar la diferencia entre el estancamiento y la consolidación.