Arturo Vidal fue el protagonista indiscutido del empate 2-2 entre Deportes Iquique y Colo Colo por la fecha 8 de la Liga de Chile. Entre un penal errado, un autogol y un fuerte cruce verbal con el arquero Fernando De Paul, la noche en el estadio Tierra de Campeones terminó convertida en un episodio de alta tensión para el “Cacique”.
El desarrollo del encuentro ya insinuaba dificultades para los albos, pero el primer golpe lo dio el propio Vidal al desperdiciar una pena máxima al minuto 12 de la primera mitad. El capitán de Colo Colo asumió la responsabilidad desde los doce pasos, sin embargo, su remate fue contenido, lo que alimentó la frustración del equipo y del experimentado mediocampista.
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Sin embargo, el segundo tiempo trajo consigo un error aún más significativo. En el minuto 55, cuando el conjunto local ejecutaba un centro al área, Vidal desvió la trayectoria del balón, marcando un autogol. El empate 2-2 desató un vendaval de emociones en los visitantes, y con ello llegó la escena más polémica del partido.
Visiblemente molesto tras el autogol, Vidal reaccionó de manera airada contra su compañero Fernando De Paul. Entre gritos y reproches, el “King” encaró al guardameta, a quien aparentemente responsabilizaba por no haber reaccionado a tiempo en la jugada. La discusión escaló rápidamente, obligando a varios compañeros, entre ellos Saldivia y Villagra, a intervenir para separar a ambos futbolistas antes de que la situación pasara a mayores.
Como se esperaba, el conflicto no quedó allí. Tras el pitazo final, cuando los jugadores se dirigían al túnel, el mediocampista volvió a encarar a De Paul con un desafiante “¿Tuto, me tenís que decir algo?”, según relataron testigos presentes en la zona mixta. La tensión continuó brevemente antes de que otros integrantes del plantel volvieran a intervenir para evitar un escándalo aún mayor.
Este tipo de episodios ponen en evidencia la presión interna que vive Colo Colo, especialmente en medio de un torneo en el que los resultados no han acompañado. El liderazgo de Vidal, que históricamente ha sido un motor anímico, esta vez se convirtió en un foco de conflicto. A sus 38 años, el ídolo chileno enfrenta no solo el desafío físico de competir al más alto nivel, sino también el emocional de comandar un vestuario golpeado.
La relación entre Vidal y De Paul, dos referentes del grupo, ahora se encuentra bajo la lupa del cuerpo técnico. Más allá del resultado deportivo, que dejó a los albos sin la victoria que tanto necesitaban, el verdadero problema parece radicar en la armonía interna. Una fractura en la comunicación entre figuras clave podría comprometer el rendimiento colectivo en los próximos compromisos.
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Por su parte, el cuerpo técnico encabezado por Pablo Manusovich tendrá la tarea de apaciguar los ánimos y reconstruir la cohesión del grupo. La Liga de Chile es todavía una vía para recuperar terreno, pero situaciones como la vivida en Iquique evidencian que los problemas de Colo Colo van más allá del juego.