Kevin Serna se ha convertido en el motor que impulsa al Fluminense en una temporada donde el margen de error es mínimo. Con la salida de Jhon Arias, el club necesitaba una figura capaz de asumir responsabilidades y ofrecer desequilibrio. Sin embargo, lejos de sentirse presionado, Serna transformó esa ausencia en su oportunidad para posicionarse como uno de los jugadores más brillantes del plantel.
A medida que avanzaban los compromisos oficiales, quedó claro que el atacante cafetero no sería un simple reemplazo, sino un protagonista indiscutible. Su combinación de velocidad, sacrificio y capacidad para resolver en espacios reducidos lo llevó a convertirse en una pieza imprescindible para el cuerpo técnico. Esa evolución constante lo consolidó como el futbolista más influyente del equipo durante la campaña 2025.
En otras noticias
En las jornadas que definieron el rumbo del torneo, Serna resaltó por su habilidad para participar en jugadas decisivas. Con más de 20 intervenciones directas en anotaciones, entre pases de gol y remates propios, el colombiano se ubicó entre los jugadores más eficaces del campeonato local. Su rendimiento lo llevó incluso a igualar los registros del máximo anotador del club en la liga brasileña, un logro que habla del crecimiento que ha tenido desde su llegada.
Cuando la presión aumentaba, el delantero respondió con actuaciones memorables. Una de ellas ocurrió en la categórica victoria 6-0 sobre São Paulo, duelo en el que anotó y ayudó a que el club asegurara su clasificación a la Copa Libertadores 2026. Ese enfrentamiento mostró su instinto ofensivo, pero también su capacidad para interpretar los momentos clave del juego y golpear cuando el rival más lo sufría.
Otro instante destacado se produjo tras recibir su primera convocatoria a la Selección Colombia. Apenas días después de ese anuncio, Serna celebró un gol frente al Atlético Mineiro, demostrando que su llamado no fue casualidad. Con temple y personalidad, confirmó que atraviesa una etapa de madurez que le permite destacarse tanto en el torneo nacional como en los escenarios internacionales.
En paralelo a su crecimiento futbolístico, Serna ha sabido construir una identidad dentro del club. Cuando Arias dejó el equipo, muchos seguidores dudaban sobre quién podía ocupar ese rol determinante. No obstante, Serna disipó esas incógnitas gracias a su continuidad, compromiso y regularidad. En el camerino, su aporte va más allá del terreno de juego: transmite energía positiva, contagia esfuerzo y se ha ganado el respeto de compañeros y aficionados.
La dirigencia del Fluminense también ha resaltado su ascenso. En varias oportunidades, el cuerpo técnico mencionó que el colombiano “ha asumido responsabilidades de manera ejemplar” y que su evolución “superó las expectativas iniciales”. Esas palabras no solo reflejan la confianza en su talento, sino que validan el impacto que ha tenido en este ciclo deportivo.
Mirando hacia adelante, las posibilidades que se abren para Serna son enormes. Con la selección nacional en un proceso rumbo al próximo Mundial, su nombre aparece entre las alternativas para reforzar el ataque. Su potencia, agilidad y valentía lo convierten en un candidato atractivo para aportar frescura en la zona ofensiva. Además, su experiencia reciente en Brasil le permite competir con personalidad ante defensas de alto nivel.
En el entorno del Fluminense, el reto es sostener este desempeño. El club espera que Serna continúe evolucionando, asuma un rol de liderazgo dentro de la plantilla y mantenga su aporte en los compromisos que se aproximan. Si logra conservar esta línea ascendente, podría transformarse en una de las figuras sudamericanas de mayor proyección.
En resumen, Kevin Serna no solo llenó el vacío que dejó un referente, sino que abrió un nuevo capítulo en su carrera. Su talento, sumado a su disciplina y ambición, lo llevó a convertirse en uno de los nombres más destacados del fútbol brasileño en 2025. Para los aficionados que disfrutan de historias de superación y crecimiento en el deporte, la del colombiano es una que merece ser seguida muy de cerca.