La Selección Colombia se enfrenta a un imprevisto en su agenda de noviembre, luego de confirmarse que no podrá disputar el amistoso internacional pactado ante Nigeria.
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El conjunto orientado por Néstor Lorenzo tenía previsto aprovechar la fecha FIFA para continuar con su proceso de consolidación de cara al Mundial 2026, pero los planes dieron un giro inesperado tras conocerse el nuevo calendario del cuadro africano.
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El motivo de la cancelación radica en que el combinado nigeriano deberá disputar el repechaje africano para asegurar su clasificación a la próxima Copa del Mundo, tras finalizar segundo en su grupo eliminatorio. Esta situación obliga a la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) a reestructurar su cronograma y buscar con urgencia un nuevo adversario que mantenga el nivel de exigencia que ofrecía el equipo africano.
La ausencia del duelo frente a Nigeria representa un contratiempo para Lorenzo, quien pretendía medir el rendimiento del plantel ante un oponente de características físicas y tácticas diferentes a las que suele enfrentar en Sudamérica. Dicho compromiso se perfilaba como una oportunidad ideal para evaluar variantes estratégicas, probar esquemas y afianzar el funcionamiento colectivo antes del reinicio de las Eliminatorias. Sin embargo, la dirigencia nacional ya trabaja en la búsqueda de un sustituto que mantenga el prestigio del partido perdido.
Entre las alternativas que analiza la FCF, una de las más atractivas es la Selección de Marruecos, cuadro que se ha consolidado como una potencia del fútbol africano y que dejó huella tras su brillante actuación en el Mundial de Catar 2022. Enfrentar al conjunto marroquí significaría para Colombia una prueba de alto calibre, no solo por su solidez defensiva y calidad individual, sino también por su estilo táctico, muy cercano al de las potencias europeas.
El posible enfrentamiento ante Marruecos traería beneficios claros para la tricolor. En primer lugar, permitiría mantener la planificación inicial de medirse con un rival del continente africano, garantizando un desafío físico y técnico similar al que ofrecía Nigeria.
Además, serviría como parámetro para evaluar el estado real del equipo frente a una selección candidata a ser protagonista en el Mundial 2026 El partido, más allá del resultado, sería una oportunidad para fortalecer la cohesión del grupo y afinar los automatismos que Lorenzo busca implantar.
No obstante, la Federación también contempla otras opciones dentro del continente africano. Entre los nombres que suenan se encuentran Egipto, Costa de Marfil, Sudáfrica, Argelia, Ghana, Túnez y Cabo Verde, selecciones que podrían ajustarse al calendario y ofrecer un reto competitivo de nivel. Aun así, Marruecos sobresale como la opción más atractiva tanto en lo deportivo como en lo mediático, gracias a su actualidad y jerarquía internacional.
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Mientras se define el nuevo contrincante, el cuerpo técnico trabaja en mantener la motivación y el ritmo de competencia de los convocados. El objetivo sigue siendo claro: aprovechar cada ventana internacional para consolidar un equipo competitivo y preparado para los desafíos que traerá el camino hacia el Mundial. Si finalmente se concreta el amistoso frente a los “Leones del Atlas”, Colombia no solo recuperará el partido perdido, sino que ganará una prueba de lujo para seguir creciendo en su proceso de preparación mundialista.