Lo advirtió un exescarlata con total sinceridad: “Es difícil que Nacional no te ataque. No sufrir contra un equipo como Nacional es imposible, todos van a sufrir con ellos”. La frase de Nicolás Hernández, quien recién padeció el poderío verdolaga en la semifinal de la Copa BetPlay, donde Atlético Nacional se impuso con autoridad por un global de 6-3.
Un favorito que mete miedo en el grupo de la muerte
Atlético Nacional llega a los cuadrangulares como uno de los grandes favoritos, especialmente en el exigente Grupo A, que comparten con América, Medellín y Junior. Este jueves se repetirá el duelo entre los dirigidos por Diego Arias y David González y los números de las figuras verdolagas ya generan preocupación en el entorno escarlata. El dato que enciende la ilusión, Marino Hinestroza en modo asistidor.
Un número contundente que explica por qué Nacional es tan difícil de contener, Marino Hinestroza fue el jugador que más traslados completó que terminaron en un pase para remate en toda la temporada regular de Liga, sumó 17, igualando a Esneyder Mena (DIM), pero superándolo en efectividad, el extremo verdolaga logró 3 asistencias derivadas de esas jugadas, frente a solo 2 del jugador poderoso.
Hinestroza, aunque intermitente en algunos tramos del semestre, sigue siendo una de las armas diferenciales del equipo. En cuadrangulares, muchos esperan que explote en su máximo nivel.
Cardona y Morelos, el plan B que cualquiera quisiera
Pero si Marino no aparece, Nacional tiene un lujo de alternativas. Entre los 7 jugadores que cerraron la fase regular con 10 o más participaciones en secuencias que terminaron en gol, dos visten de verde:
• Edwin Cardona – 10
• Alfredo Morelos – 10
Arias tiene, literalmente, poder por todas partes.
El reto para América
El verde duerme tranquilo con un gran arsenal ofensivo, pero los partidos hay que jugarlos. Las estadísticas muestran su superioridad, pero ahora deben confirmarla en la cancha. Este nuevo clásico en el cuadrangular A promete emociones, intensidad y para América, un desafío mayúsculo, contener a una de las delanteras más peligrosas del país.