La valentía de Hugo Rodallega y la garra de sus demás compañeros le permitieron este domingo a Independiente Santa Fecoronarse campeón por décima ocasión de la Liga colombiana al vencer 1-2 al Deportivo Independiente Medellín (DIM).
Fue un triunfo y un campeonato sufrido, y por eso los jugadores santafereños y su afición lo celebraron con lágrimas de felicidad. No era para menos, porque la última vez que habían gritado "¡campeón!" fue en 2016.
Cuando más atacaba el DIM llegó el gol de Rodallega, quien minutos antes daba muestras de dolor. Sin embargo, apelando a la garra característica de Santa Fe, el goleador llegó cojeando a zona de remate y silenció el Atanasio Girardot a los 78 minutos.
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Con ese gol y en medio de lágrimas, Rodallega se retiró del campo y sus compañeros se encargaron de no dejar escapar la ventaja conseguida.
El resto para Santa Fe fue de montar la muralla defensiva, apretar los dientes y rechazar la pelota a cualquier lado, mientras que Medellín desplegó toda su artillería, pero no logró nada y se quedó sin obtener su séptima estrella.
Primera decisión que tomaron en Independiente Medellín:
En medio de la rueda de prensa, el entrenador Alejandro Restrepo dejó claro que su decisión era continuar en el banquillo del equipo haciendo uso de la resiliencia: "El ser humano en general no lo puede definir el resultado. El camino y el recorrido ha sido duro desde que llegamos, porque llegamos en un momento duro".
"Yo soy positivo. Por eso vine acá a poner la cara. Hoy perdimos un partido que nunca se nos va a olvidar, pero si alguien es resiliente es este club que ha pasado muchas veces por esto y esperamos nosotros también serlo", agregó.
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Ahora Restrepo y los jugadores deberán pensar en el segundo semestre del año, donde tendrán que trabajar nuevamente para buscar la estrella que se le escapó este domingo.