El rendimiento del Movistar Team en el Tour de Francia 2025 ha encendido las alarmas en el ciclismo internacional. Sin la presencia de Nairo Quintana, la escuadra española atraviesa una de sus peores participaciones en años recientes, con resultados que distan mucho de las expectativas que se tejieron antes de iniciar la competencia.
Las dificultades no solo se han evidenciado en lo deportivo, sino también en el liderazgo interno, la planificación estratégica y el golpe anímico que ha significado la ausencia del colombiano.
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Uno de los golpes más duros se produjo en la etapa de Hautacam, donde Enric Mas líder designado para comandar la clasificación general, sufrió un descalabro total. El corredor español cedió más de 15 minutos respecto al líder de la carrera, perdiendo toda opción de figurar entre los mejores diez del Tour.
“He sufrido muchísimo… me he dejado más de 15 minutos y gracias al equipo, porque si no hubiese perdido bastante más”, declaró Mas tras culminar la jornada, visiblemente afectado por el resultado. Su rendimiento dejó al equipo sin referentes sólidos para competir en la general.
Más allá del resultado aislado, lo que preocupa en Movistar es la falta de un líder sólido que inspire y oriente a los demás corredores. Con Quintana fuera de la carrera, el grupo ha quedado desarticulado. Aunque Enric Mas asumió el rol de jefe de filas, no ha logrado transmitir confianza ni obtener los resultados que se esperaban. La crítica especializada ha sido implacable: su historial en el Tour, con un quinto puesto como mejor actuación en 2020, no ha sido suficiente para sostener el proyecto deportivo actual.
La desilusión con la clasificación general ha obligado al cuerpo técnico a reformular su enfoque. En lugar de seguir apostando por Mas en la general, ahora se priorizará la búsqueda de triunfos de etapa.
Así lo manifestó el propio corredor, quien anunció que “a partir de ahora vamos a pelear por etapas”, permitiendo además que sus compañeros tengan más libertad en carrera. Esta decisión ha beneficiado a Einer Rubio, quien se destacó en la misma jornada en Hautacam al meterse en la fuga y finalizar en un prometedor puesto 11, demostrando que aún hay potencial competitivo en el equipo, aunque en un terreno diferente al planificado.
La buena presentación de Rubio representa una luz en medio de la oscuridad. Luego de su actuación en el Giro, donde terminó octavo en la general, el colombiano ha seguido mostrando evolución.
Mientras tanto, la figura de Nairo Quintana sigue proyectándose sobre el equipo, incluso en su ausencia. Aunque fue incluido en la nómina para la temporada como gregario, finalmente no fue convocado para el Tour.
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Su experiencia, capacidad para liderar y carisma hacían de él un punto de equilibrio que hoy el equipo echa de menos. En un contexto de crisis, la falta de una voz fuerte que inspire tanto dentro como fuera del pelotón se hace evidente.