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Tadej Pogacar

Pogacar definió su calendario para el World Tour 2026: Hay sorpresas

El ciclista esloveno buscará revalidar su poderío en el Tour de Francia y debutará en algunas carreras menores del circuito.
Tadej Pogacar en el Tour de Francia 2025
Tadej Pogacar en el Tour de Francia 2025 // AFP

Tadej Pogacar presentó una hoja de ruta ambiciosa y coherente para la próxima temporada, reafirmando una filosofía que ya es marca registrada: competir menos días, pero en los escenarios más exigentes y con la ambición intacta de seguir escribiendo historia en el ciclismo mundial.

Lejos de apostar por la saturación de carreras, el esloveno mantiene una planificación selectiva que prioriza las grandes clásicas y el máximo objetivo del año, el Tour de Francia. Esa estructura, que ya le ha dado resultados sobresalientes, se repite como una fórmula probada, pero con matices que añaden nuevos desafíos a su carrera deportiva y alimentan la expectativa de los aficionados.

La primera parte de la temporada volverá a girar alrededor de los monumentos del ciclismo, un terreno donde Pogacar ha demostrado una versatilidad poco común. Pruebas como Strade Bianche, Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix y Lieja-Bastoña-Lieja aparecen nuevamente en su agenda, confirmando su deseo de seguir ampliando un palmarés que ya lo ubica entre los grandes referentes de las carreras de un día. Cada una representa un reto distinto, desde la resistencia extrema hasta la lectura táctica y la explosividad final.

Sin embargo, la novedad más llamativa llega con la inclusión de dos vueltas por etapas en suelo suizo, un territorio todavía inexplorado para el campeón. Tanto el Tour de Romandía como la Vuelta a Suiza figuran ahora en su planificación, no como simples pruebas de preparación, sino como objetivos reales. La ausencia de triunfos en estas competencias funciona como un estímulo adicional para un corredor que siempre busca nuevos límites y motivaciones.

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En el centro de todo, como eje indiscutible de la temporada, aparece nuevamente la Grande Boucle. Pogacar apunta con decisión a su quinto título en el Tour de Francia, una cifra que lo colocaría en la misma mesa que auténticas leyendas del ciclismo. Alcanzar ese logro significaría mucho más que una victoria: sería una confirmación definitiva de su lugar en la historia del deporte, en una era marcada por la alta competitividad y el avance tecnológico.

Esa ambición se sostiene en una idea que el propio corredor ha explicado con claridad y que resume su manera de entender el alto rendimiento: “No corro muchos días, alrededor de 60 al año. Prefiero ganar lo que quiero en ese tiempo, que ganar el doble en más tiempo”. La frase refleja una mentalidad moderna, enfocada en la optimización del esfuerzo y en la longevidad deportiva, algo cada vez más valorado en el ciclismo de élite.

El futuro más allá del Tour también deja espacio para la especulación. Consultado sobre la posibilidad de regresar a otras grandes vueltas, el esloveno fue prudente, sin cerrar puertas ni adelantar decisiones definitivas. “Todo está abierto”, afirmó, alimentando el debate sobre un eventual regreso al Giro de Italia o una primera incursión con aspiraciones plenas en la Vuelta a España, dos retos que siguen siendo asignaturas pendientes en su trayectoria.

Este proyecto deportivo no se entiende sin el respaldo de un bloque sólido como el UAE Team Emirates, que también presentó las líneas generales de su temporada. Corredores como João Almeida e Isaac del Toro tendrán roles clave, combinando experiencia y juventud en torno al líder esloveno. La presencia del joven mexicano como apoyo en el Tour refuerza la idea de un equipo pensado no solo para ganar hoy, sino para sostener su dominio en el futuro.

Así, la próxima temporada se perfila como un nuevo capítulo apasionante. Entre clásicas legendarias, nuevos territorios por conquistar y la eterna obsesión por el maillot amarillo, Pogacar vuelve a demostrar que su ambición no conoce límites. El ciclismo mundial se prepara, una vez más, para seguir de cerca cada pedalazo de un corredor que no compite solo para ganar, sino para dejar huella.