Deiver Machado afronta una etapa decisiva de su carrera antes del próximo Mundial. En medio de una temporada irregular y con poca participación, el defensor está muy cerca de cambiar de institución en la Ligue 1, una maniobra que busca devolverle continuidad y protagonismo en la antesala de la cita orbital de 2026.
En los últimos meses, el lateral tuvo que enfrentar un periodo especialmente complejo. Primero, una lesión en septiembre lo dejó fuera de competencia por casi mes y medio, un tramo en el que perdió ritmo y se quedó al margen de varias convocatorias de la Selección Colombia. Esa ausencia coincidió con partidos importantes de Eliminatorias y amistosos que sirvieron como base para el proyecto deportivo de Néstor Lorenzo, y que Machado no pudo disputar.
En medio de ese contexto, la dirigencia del RC Lens tomó decisiones que terminaron reduciendo su participación. Apenas sumó 275 minutos en la campaña 2025-26, una cifra insuficiente para un jugador que necesita actividad constante si quiere mantenerse en la órbita del cuerpo técnico nacional. Con ese panorama, su salida se volvió un escenario casi inevitable en el mercado de invierno.
En este punto aparece el FC Nantes, club que decidió apostar por el rendimiento y la experiencia del colombiano. La institución habría ofrecido alrededor de 500.000 euros para adquirir los últimos meses de su contrato y asegurar su llegada inmediata. Para un futbolista de 32 años, la posibilidad de integrarse a un entorno donde tenga garantías de minutos se vuelve determinante. Su objetivo es claro: sumar protagonismo y pelear por un cupo en la lista definitiva rumbo al Mundial. Como señalan las versiones cercanas al jugador, su intención es “tener más minutos y tratar de ir al Mundial”.
A medida que avanzan las negociaciones, se conoce también el impacto que su eventual transferencia generaría en Lens. El equipo francés, que lo tuvo como pieza confiable durante años, ya analiza alternativas para cubrir su salida. La posición de lateral izquierdo es especialmente sensible en el esquema del club, por lo que su marcha obliga a una reestructuración que incluye opciones de cantera y posibles incorporaciones.
Por el lado de Nantes, la llegada del colombiano representa una oportunidad llamativa. El plantel, que lucha por recuperar estabilidad en la tabla, necesita futbolistas con rodaje, fortaleza física y lectura táctica. Machado encaja en ese perfil, pues combina velocidad, salida limpia por los costados y una proyección ofensiva que puede potenciar el estilo del entrenador. Además, su experiencia internacional es un valor agregado para un equipo que lleva varias temporadas intentando consolidarse en competencias europeas.
El movimiento también genera expectativa en los aficionados colombianos. La banda izquierda de la selección tiene varios nombres disponibles, entre ellos Johan Mojica y Álvaro Angulo. Esa competencia obliga a cada aspirante a destacarse en su club, y para Machado esa oportunidad solo llegará si logra sostener una presencia constante en cancha. A eso se suma la necesidad de recuperar sensaciones, ritmo competitivo y confianza después de una etapa marcada por lesiones y decisiones técnicas.
En definitiva, el posible traspaso de Deiver Machado a Nantes no es solo un cambio de camiseta; es una apuesta estratégica por revitalizar su carrera. Más allá del valor de la operación, lo que está en juego es su aspiración de mantenerse vigente y llegar con plena forma al reto mundialista. Si logra adaptarse rápidamente y acumular buenas actuaciones, este movimiento podría convertirse en el impulso que necesitaba para alcanzar su gran objetivo: volver a brillar con la camiseta tricolor en el torneo más importante del planeta.